Hoy os quiero hablar sobre los equipos transculturales, pero antes de poder ahondar en los desafíos que supone trabajar en equipos multiculturales, es necesario definirlo.

Un equipo transcultural es un grupo colectivo orientado a tareas cuyos miembros tienen diferentes nacionalidades y diversos antecedentes culturales (Early y Gibson, 2002). Es decir, los miembros de estos equipos han pasado una parte significativa de su formación en diferentes países y, en consecuencia, han aprendido diferentes valores y comportamientos.

Actualmente vivimos en un mundo globalizado, por lo que estos equipos son una realidad palpable en las empresas.

Estar rodeada de personas de diferentes culturas y, por ende, de distintos “backgrounds”, implica diversos desafíos para las personas que integramos estos grupos de trabajo.

A los distintos miembros de estos equipos nos toca desarrollar un sinfín de competencias como la empatía para respetar y entender diversas culturas, traduciéndose esto en que aprendemos a comunicarnos de una manera más efectiva y apropiada para poder convivir dentro de esta diversidad.

Contar con flexibilidad hacia los distintos estilos de trabajo, comunicación, de distintos factores de motivación, etc., es también indispensable. Esta capacidad nos posibilita adaptarnos a distintas realidades y formas de entender el mundo, desarrollando así nuestras soft skills. Además, toda esa pluriculturalidad nos aporta la aptitud de analizar diversas perspectivas de la vida, y nos proporciona adquirir un enorme legado de experiencias y conocimientos que nos permiten potenciarnos, ya no solo a nivel profesional, sino también en el campo personal.

Asimismo, nos favorecen incrementar la creatividad y el dinamismo entre los miembros, y sobre todo en los resultados, ya que la variedad en los puntos de vista e ideas “permite” que haya una variedad de perspectivas en la resolución de problemas, así como en los resultados.

Personalmente, considero que la interculturalidad nos enriquece, nos ayudas potenciar nuestras habilidades blandas y aprender de diferentes orígenes. Estos grupos de trabajo son potentes porque están llenos de diversidades, siendo esta la mejor oportunidad para innovar nuevas soluciones.